Una vez más ella rompe el esquema, camina tan bonita y mueve su belleza.

My little baby.

Este es mi bebé, mi hijo, por el que daría todo. Y cualquiera que tenga perro, me entiende. Lo vi nacer, estaba allí cuando su mamá biológica lo dio a luz, te sostuve y entrabas en la palma de mi mano. Le tuve fobia a los perros durante mucho tiempo y él siempre fue el único. No el preferido, sino realmente el único que me gustaba, el único perro al cual amé y amo profundamente. Gracias a él ahora no digo: le tengo fobia a los perros, sino simplemente no me gustan mucho.

No te puedo llevar conmigo y sé que mientras no estoy te parás en mi puerta y llorás, o ves la foto en mi habitación durante mucho tiempo. Lo sé porque me lo contaron muchas veces. Sos perfecto hijo. Sos el perro más lindo de todos los que existen, sos el más delicado, el que salta más alto, el que ladra durante el mayor tiempo posible, sos el más histérico y  el más caprichoso. Y aunque mucha gente tildaría esas características como malas, para mí, son geniales. Y sí, me sentí mal por subir antes una foto de Pancho y no una tuya, así que acá está, en esta foto, hijo mío, te luciste. Te amo Galo.

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