Una vez más ella rompe el esquema, camina tan bonita y mueve su belleza.

The last first day.

Hoy es 1 de marzo. Y hoy fue mi último primer día de clases. Si, después de catorce años de empezar las clases, precisamente hoy fue la última vez. Nunca más. Es el fin de una gran etapa. Una etapa que se llevó mi vida a partir de que tengo uso de razón. Una etapa hermosa, que me hizo crecer, afianzarme, madurar, saber, pero por sobre todas las cosas me hizo disfrutar. Disfruté y mucho. También me quejé, si, lo admito, y me quejé incontables veces. Porque había que estudiar, que hacer tarea, trabajos prácticos que presentar. Pero ahora que llegó este momento y miro en retrospectiva me siento con nostalgia. Nostalgia de todos esos años, de hacer lo que no quería pero debía, y además de pasar excelentes momentos. Tus primeros amigos, las charlas, las risas, compartir el día a día, aprender, llenarte y desbordarte de conocimiento. Cuánto aprendí. Y no solo acerca de historia, lengua o matemática, sino acerca de la vida.
Porque bien sabemos que en un colegio siempre hay de todo, “siempre está el que…” y así, de a poco, te vas formando, conociendo a la gente, aprendiendo a elegir, a andar más precavido, y a aceptar las diferencias. La vida de topa con distintos obstáculos, depende de vos el camino, el colegio está lleno de eso, de nuevas decisiones, a cada paso, no hablo de que solo en el colegio suceda, porque pasa en cada circunstancia de nuestro pertenecer a este mundo... sin embargo, hablo de que el colegio es donde estás obligado a compartir con personas que quizá no te son gratas, no piensan como vos y otras a las cuales les tomás un gran aprecio y llamás tus amigos, pero estás obligado a convivir con lo bueno y lo malo, lo que querés y lo que no, porque en otros ámbitos simplemente optás. Y hoy, fue el principio del fin de esa etapa. Pienso que es el año que más voy a rememorar, por los siglos de los siglos, es el último, el que voy a archivar en mi memoria, el que más voy a disfrutar. Me acuerdo la cantidad de veces que conté cuantos años me faltaban para terminar el colegio… ¿cómo pasó tanto tiempo?, ¿por qué no fui conciente de su continuo tic tac? Me tomó desprevenida, me tomó por detrás y yo simplemente siento nostalgia. También siento incertidumbre…  ¿Qué será de Sexto Q este año? Pero en fin, no lo puedo saber. Hoy apenas me desperté y apoyé los pies en el suelo me invadió la alegría, la emoción, me llenó, me colmó… preparé absolutamente todo, no dejé ningún detalle librado al azar, deliberadamente hoy tenía que ser un buen día. Y lo fue. Fue un buen día. Nos juntamos todos, nos abrazamos y compartimos la felicidad de decir: ESTOY EN SEXTO. Y todo entre nosotros se justifica con eso, es una especie de código, todo nos está permitido solo porque SOMOS DE SEXTO.
Me siento plena, tuve la oportunidad de superar muchos altibajos, y aún así acá me encuentro, disfrutando un momento más, que es de lo que está compuesta la vida. De momentos. Ya se vendrá una nueva etapa, pero a esa la planificaré más tarde, cuando sea mi real último día, o quizá un poco antes o quizá ni siquiera planifique y solo viva el correr del tiempo, no sé que pasará, por el momento se que este será un año especial, y por especial quiero decir el mejor. Tengo todas las expectativas en el, así que a experimentarlo. Llegué a mi último primer día, ¿qué loco no?

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