No soy una chica fácil, lo sé. También se que lidiar conmigo tampoco es fácil. Igual no pretendo ser fácil ni mucho menos. Lo fácil no atrae, solo es bueno para un momento. El punto es que todos quieren tomar retos, correr riesgos, desafiar situaciones. Ahora, ¿están preparados realmente? Es muy fácil decirlo, pero cuando hay que demostrarlo brillan por su ausencia. Siempre es así. Por eso cuando me presento suelo enumerar primero mis defectos: emocional, caprichosa, histérica, dramática, inestable, demandante y un sin fin de defectos más. También tengo virtudes, que generalmente no las digo y las demuestro. Pero ese no es el punto. El punto es que piensan que correr los riesgos de estar con una persona difícil puede ser divertido. Y no es así. La persona es difícil, el reto es difícil, ¿de dónde mierda sacaron que podía ser divertido? Si pretenden algo de adrenalina vayan a tirarse de un paracaídas, no me busquen a mí. Puedo regalarles buenos momentos, si, pero no todo son risas, abrazos y besos. Tambien está todo eso que hay que superar día a día. Todo eso que HAY QUE HACER. Porque si estás en el baile, ahora bailá, no te hagas el boludo y mires para el costado. Para estar mal es preferible no estar, para tener algo por la mitad es preferible no tenerlo