Una vez más ella rompe el esquema, camina tan bonita y mueve su belleza.
Me gustaría vivir solo en palabras. Cobrar vida solo cuando alguien clave la vista en mi y simplemente desaparecer cuando no se me preste más atención. Quiero inmortalidad. Cual Martín Fierro, que va a vivir eternamente, siempre y cuando alguien lo reinvente en su imaginación, viviendo y muriendo al final de su relato. Yo, así, vendría a ser palabras. Pero pretendo ser palabras asentadas, no como esas que me recitabas tiempo atrás, que las envolvió el invierno y las arrastró consigo.

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