Me miras detenidamente por un instante. Me miras detenidamente durante dos instantes. Tres, cuatro, cinco… Incontables instantes desperdiciados mirandome con detenimiento. Callas. Solo sos ojos, solo sos mirada. Mi figura se delinea en tu pupila. Me devoras entre vistazo y vistazo. Te acercas y me tomas sin pedir permiso, sin consultar siquiera. Te apoderas de mi irreverentemente. Asi, solo con la mirada. Puedo percibir hasta ese haz de deseo de hacer de las miradas, realidades. Hacemos el amor frente a todos una y otra vez. Y nadie se percata ni de esos besos ni de cada caricia. Rodeamos de todos y solos, viviendo nuestra intimidad. Y alcanzamos el cielo, lo sobrevolamos. Y después giramos el rostro, invadidos de vergüenza, intrigados… quizá nos descubrieron, quizá no. Quizá… pero después de la duda, lo volves a hacer. Una y otra vez. Vos siempre gastas tus intantes asi… mirandome detenidamente.
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