Nunca creí poder tener otra oportunidad,
Todo aparentaba a pasar de insoportable a insufrible,
Otra vez con mi positivismo a flor de piel…
Nadie creyó (ni yo) pero,
Estaba la vida tratando de demostrarme lo contrario.
Los llantos se perdieron y
Las sonrisas encontraron su rumbo.
Amor, otra vez, sinónimo de felicidad.
Y acá estas vos, uno en un millón, diría yo,
Ganando cada partida contra las dificultades,
Atacando crisis con paz,
Secando lágrimas y devolviendo vida,
Transitando kilómetros en mi nombre,
Obsequiándome momentos inolvidables, haciendo
Nacer esperanzas en este corazón que se creía marchito.
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