Mis manos no paran el agua, ni mis dedos tapan el Sol. Intentar ir contra la naturaleza de los hechos es tan absurdo como pretender que nunca ocurrieron. Y hasta el mejor vestido se destiñe, la más tersa piel se arruga, la más bella flor se marchita y el corazón más fuerte cada tanto llora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario