Camina y va dejando un vendaval, y el viento se le enreda entre los pies, sus ojos siempre dicen la verdad, sus piernas son un fuego que quema de placer. Y dicen que hay lugares donde el sol no sale sino encuentra a esa mujer, para vestir su cuerpo de calor y acariciar su espalda alguna vez. Y sé que cuando abre los ojos hay un nuevo amanecer, y cuando se desnuda me ilumina con su piel. No puedo imaginar la playa sin sus pies, no tengo mas palabras para hablar de esa mujer: que prende las estrellas cuando el cielo no la ve, inventa primaveras con flores de papel y vuela sobre mi, y baila hasta caer, me duerme y me desvela esa mujer. Me cura y me envenena, me atrapa y me libera, me duerme y me desvela, me absuelve y me condena, me esquiva y me atropella, me incendia y me congela; no tengo mas palabras estoy hablando de ella.
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